martes, 30 de septiembre de 2008

TERREMOTO CAPITALISTA


La actual situación de aparente colapso que experimenta la economía estadounidense y sus repercusiones en la economía mundial saca a la superficie los excesos del ultraliberalismo cuyo correlato político más extremista ha sido la administración Bush. El orden financiero mundial surgido de la Conferencia de Bretton Woods en 1944 sancionó una serie de mecanismos para neutralizar o atenuar los cíclicos períodos recesivos que hasta ahora han respondido con notable eficacia. Sin embargo, las políticas monetaristas impulsadas por los ultraliberales propiciando la existencia de estados anoréxicos y limitados a crear leyes que favoreciesen una total libertad de mercado han dado lugar, sobre todo tras la desaparición de la URSS, a un ejercicio salvaje del capitalismo. Los comisionistas petroleros, los tiburones financieros y los lobos pentagónicos, entre otras fieras, han acabado generando guerras, exacerbando el terrorismo, acrecentando las diferencias entre países ricos y pobres, empujando al éxodo a millones de personas y desestabilizando el presunto «equilibrio» de la economía globalizada.

La negativa de los sectores ultraconservadores del partido Republicano a que la Reserva Federal salga al rescate del sistema financiero estadounidense no tiene tanto que ver con la airada reacción de los ciudadanos víctimas de los desafueros y la corrupción de los ejecutivos, como con que su aceptación supone reconocer la importancia del estado como ente regulador y protector de los intereses de la comunidad frente a los intereses del capital privado y que hasta la caza entendida como deporte tiene sus reglas. La libertad de mercado de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia ha de prevalecer sobre la libertad y el bienestar de los ciudadanos, de modo que el desafío que tienen los gobiernos no es tanto acudir en ayuda de las empresas y bancos al borde de una supuesta quiebra, pues esto sería tan estúpido como exigirles en el futuro que los empresarios trabajen por un sueldo y repartan sus beneficios entre todos, sino desarrollar una legislación que reglamente los límites de la libertad de mercado a fin de que su ejercicio no conculque el derecho de los ciudadanos a vivir dignamente y el de los países a disfrutar de sus propias riquezas.

martes, 23 de septiembre de 2008

BOLIVIA PARA TODOS


Los violentos enfrentamientos entre autonomistas y partidarios del gobierno de Evo Morales que han tenido lugar en Bolivia y que hicieron temer por el estallido de una guerra civil han puesto de manifiesto la virulencia con que las tradicionales elites criollas se resisten a perder sus privilegios. Al margen de las cuestiones sociales y económicas, lo que subyace en los partidarios de las autonomías de las ricas gobernaciones de Santa Cruz y Beni es un exacerbado resentimiento y menosprecio hacia las masas indígenas que, tras muchos siglos de sometimiento, han logrado hacerse políticamente visibles. Difícilmente los regímenes de gobierno latinoamericanos, especialmente los del área andina -Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela- puedan reclamar una legitimación democrática sin incorporar a la sociedad civil y al juego político a un sector de la población en varios casos superior en número, como es el caso de Bolivia, a la criolla.
El acceso de Evo Morales, apoyado mayoritariamente por campesinos indígenas, y su defensa de un nuevo modelo de país que contemple una distribución más equitativa de la riqueza están en el origen de la virulenta reacción de los autonomistas, cuya ideología ultraderechista ha quedado patente en sus métodos brutales de acción y de desprecio hacia los campesinos indígenas.
Los errores políticos de Morales, debidos más a inexperiencia que a otra causa, son sobredimensionados por la prensa local controlada por las viejas familias y la internacional contaminada de prejuicios, apenas disimulados por la hipocresía cívica.
El documental Bolivia para todos, de Emilio Cartoy Díaz, constituye un testimonio valiente y esclarecedor sobre la explosiva situación de este país y sus verdaderas causas. [Imagen: Autonomistas armados durante las manifestaciones antigubernamentales. Reuter]

lunes, 8 de septiembre de 2008

AUT®ES MARCA REGISTRADA


Jacques Attali, en su Diccionario del siglo XXI, dice que en esta centuria el «capitalismo podrá continuar ignorando sus insuficiencias intrínsecas. Cada vez más identificado con el mercado, ya no intentará tener en cuenta los valores éticos, sino tan sólo satisfacer al máximo las preferencias individuales inmediatas de los agentes que operan en el mercado, sobre todo asegurar la rentabilidad del capital».
Los grandes grupos editoriales parecen dado ya este salto cualitativo y lo que hasta hace poco se hacía de un modo más o menos disimulado ahora ya ha adquirido carta de naturaleza legal, al menos en EE.UU. Al parecer, la aspiración de los escritores, y con el tiempo también de los poetas, ya no será realizar su obra y prestigiarla con su talento, sino alcanzar un reconocimiento de su nombre, convertirlo en una marca e imponerlo en el mercado. De este modo, los productos que lleven su firma, sean estos libros, cuadernos, camisetas, etc., contribuirán al juego bursátil como lo hacen los productos de la marca Walt Disney, Coca Cola, Ford, Bayer o cualquier otra.
Es de suponer que quienes escriben estos libros ya no serán creadores sino empleados editoriales que harán su trabajo, mientras escriben a escondidas sus novelitas, con la esperanza de convertirse mañana en un escritor franquicia. Para entonces la estirpe de los lectores habrá perecido en favor de los consumidores y los valores éticos serán fósiles litificados que veremos como insectos atrapados en el cuarzo. Los escritores y poetas supervivientes acaso hayan formado una minúscula secta donde todos se reconocerán como el mesías y anunciarán la redención al final de los tiempos. [Imagen Portada de The Bourne Sanction, de Robert Ludlum's ™ (muerto en 2001), escrito por Eric van Lustbader]

LA ÚLTIMA LECCIÓN, POÉTICA DE LA VIDA


El pasado 5 de enero escribí el post Poética del suicidio en el que reflexionaba sobre las causas que llevan a las personas a renunciar a la vida y el modo de hacerlo. El 27 de julio murió el profesor Randy Pausch, a los 47 víctima de un cáncer. Antes de que esto sucediera, dio en su univesidad una lección magistral que quiso que fuese un precioso para sus tres hijos pequeños. Lo maravilloso de su lección era que el anuncio de la muerte próxima no lo había obligado a renunciar a su modo de vivir. La lucha por la vida y la felicidad consistían en tener sueños y luchar por conseguirlos, aunque se fracasase en este cometido. Su poética de la vida se asentaba en los pilares de la humildad, por la cual somos capaces de reconocer los errores y corregirlos, y la gratitud. Con frecuencia los obstáculos que se nos anteponen, que son grande son pequeños según nuestra percepción, nos ponen en la disyuntiva de lamentarnos y renunciar a los sueños, o de luchar por ellos. Al profesor Randy Pausch no le gustaba el dolor y le repugnaba la muerte, pero hasta el final se propuso ser feliz. En «Nadadores de altura» escribí este poema: El ser humano es carne que sueña. / Sustancia que siente la pesadilla. / A esta materia propensa al placer, / el miedo a morir le descubre el dolor. Pero el profesor Randy Pausch no temía a la muerte. El profesor Randy Pausch amaba la vida.

EL PRINCIPIO DEL UNIVERSO


Anaxágoras, filósofo griego del siglo V a.C., afirmaba que el cielo era de piedra, es decir, una especie de caverna. La palabra latina caelum (cielo) procede al parecer de caelatum, que significa «que está cincelado». Zoroastro o Zaratustra, el fundador del mazdeísmo, en el siglo III d.C., celebraba algunos rituales en grutas, porque «representa para él la imagen del Universo del que Mitra era su demiurgo, mientras que lo que había en su interior ejemplificaba, en intervalos simétricos, los símbolos de los elementos y zonas del Universo», según se lee en La gruta de las Ninfas, de Porfirio.
En 2008, cerca de Ginebra, en una gigantesca cueva con forma de anillo de 27 km y a 100 m de profundidad, científicos del CERN (Centro Europeo de Investigación Nuclear) pondrán en marcha el más potente acelerador de partículas atómicas del mundo. En él, a 271ºC bajo cero y a una velocidad cercana a la de la luz, partículas subatómicas chocarán unas 600 millones de veces por segundo originando una impresionante cantidad de energía que simulará los primeros instantes de formación del Universo. El irónicamente llamado Big Bang.
Como los primeros hechiceros, filósofos y sacerdotes, los científicos de hoy también se preguntan por la materia del cielo, las estrellas, los planetas y el cosmos todo. La inextinguible ambición de conocer la naturaleza de humana y el Universo, que dramáticamente mitifica el gesto de Eva tomando el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, sigue viva. Acaso eso que llamamos pecado original sea nuestra verdadera misión. «Ir a un lugar al que nadie ha ido jamás», como dice Brian Cox, físico del CERN.
[Imágenes: Adán y Eva, de Lucas Cranach; Acelerador de partículas. Foto AFP]

sábado, 6 de septiembre de 2008

EL DIABLO DE LA RISA


Investigadores de una universidad británica aseguran que el chiste más antiguo del que se tiene noticias procede de una tablilla sumeria del siglo 20 a.C., en la cual se lee: «Algo que nunca ha sucedido desde tiempos inmemoriales: una mujer joven tirándose un pedo en las rodillas de su esposo». Está claro que quien lo dice y también el escriba que lo recoge pretende testimoniar una transgresión. El humor resulta así una subversión contra el entramado social e institucional del poder que se verifica en todos los niveles de la sociedad de cualquier cultura.


Según Freud, la técnica del chiste es una forma gratificante [no patológica] de regresión a modos infantiles de actuar y pensar para escapar de las exigencias de la realidad. Al igual que los sueños, los juegos o la literatura nos proporciona placer y nos libera, momentánea y fugazmente, de las restricciones morales, políticas y sociales a las que está sometida nuestra conducta. Incluso alivia al Yo de las ansiedades provocadas por la angustia existencial.


Este recurso defensivo del Yo se torna peligroso para el sistema o el poder establecido cuando pasa del inconsciente individual al colectivo. Cuando después de 1973, durante el régimen peronista primero y la dictadura militar más tarde, se hizo habitual la desaparición de personas, muchos argentinos aventaban los fantasmas repitiendo «lo que mata de verdad es...la humedad». La risa y el sentido del humor no abandonaron al argentino ni siquiera en los momentos más dramáticos. Basta recordar que revistas como Hortensia o Satiricón se convirtieron en una especie de faros de resistencia y supervivencia para miles de personas que se negaban a sucumbir a las sombras del mal. En España, La codorniz, Hermano lobo, Por favor, etc. cumplieron el mismo papel durante la dictadura franquista.


Ahora, el hecho de que el gobierno argentino haya prohibido unos capítulos de la serie estadounidense Los Simpson, donde uno de los personajes habla de la «dictadura de Perón», revela que los sistemas autoritarios aunque se vistan de seda, nunca dejarán de ser monas y tampoco nunca irán a la academia, como lo hizo el mono de Kafka.

LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

El confinamiento obligado por la pandemia que azota al mundo obliga más que nunca a apelar a la responsabilidad. Los medios de comunicación...