lunes, 8 de septiembre de 2008

AUT®ES MARCA REGISTRADA


Jacques Attali, en su Diccionario del siglo XXI, dice que en esta centuria el «capitalismo podrá continuar ignorando sus insuficiencias intrínsecas. Cada vez más identificado con el mercado, ya no intentará tener en cuenta los valores éticos, sino tan sólo satisfacer al máximo las preferencias individuales inmediatas de los agentes que operan en el mercado, sobre todo asegurar la rentabilidad del capital».
Los grandes grupos editoriales parecen dado ya este salto cualitativo y lo que hasta hace poco se hacía de un modo más o menos disimulado ahora ya ha adquirido carta de naturaleza legal, al menos en EE.UU. Al parecer, la aspiración de los escritores, y con el tiempo también de los poetas, ya no será realizar su obra y prestigiarla con su talento, sino alcanzar un reconocimiento de su nombre, convertirlo en una marca e imponerlo en el mercado. De este modo, los productos que lleven su firma, sean estos libros, cuadernos, camisetas, etc., contribuirán al juego bursátil como lo hacen los productos de la marca Walt Disney, Coca Cola, Ford, Bayer o cualquier otra.
Es de suponer que quienes escriben estos libros ya no serán creadores sino empleados editoriales que harán su trabajo, mientras escriben a escondidas sus novelitas, con la esperanza de convertirse mañana en un escritor franquicia. Para entonces la estirpe de los lectores habrá perecido en favor de los consumidores y los valores éticos serán fósiles litificados que veremos como insectos atrapados en el cuarzo. Los escritores y poetas supervivientes acaso hayan formado una minúscula secta donde todos se reconocerán como el mesías y anunciarán la redención al final de los tiempos. [Imagen Portada de The Bourne Sanction, de Robert Ludlum's ™ (muerto en 2001), escrito por Eric van Lustbader]

LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

El confinamiento obligado por la pandemia que azota al mundo obliga más que nunca a apelar a la responsabilidad. Los medios de comunicación...