miércoles, 10 de junio de 2009

ESCRITORES Y EDITORES FIRMAN UN ACUERDO HISTÓRICO


El 8 de junio, el Gremi d'Editors de Catalunya, la AELC (Associació d'Escriptors en Llengua Catalana) y la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña) firmaron, después de dos años de arduas negociaciones, un acuerdo histórico orientado a adaptar los modelos de contratos de edición y traducción a la actual realidad de la industria editorial.
Además de los modelos tradicionales, en los que se han introducido importantes mejoras para una mejor percepción de los derechos de autor, se han incorporado otros dos referidos a la obra colectiva y a la obra de encargo. En el primer caso, los editores ya no podrán utilizar el concepto de obra colectiva -diccionarios, enciclopedias, etc.- para salvaguardar sus intereses y derechos en otro tipo de obras con el consiguiente perjuicio económico y moral a los derechos de los autores. En el segundo caso, el contrato de obra de encargo es una novedad que abre la puerta a una futura modificación de la Ley de Propiedad Intelectual, porque busca salvaguardar los intereses y derechos de los editores en determinados tipos de obras sin menoscabo de los derechos autorales. El contrato de obra de encargo, es decir de aquélla pensada y encargada por el editor, establece que el editor es legítimo gestor patrimonial de tal obra, sin que esto suponga la apropiación los derechos del autor, quien percibirá las cantidades que le correspondan por la explotación. Asimismo, si el autor percibe una cantidad a tanto alzado por una primera edición, ésta cantidad ha de suponer una retribución proporcional a la tirada.
El acuerdo también contempla, entre otras acomodaciones, la devolución al autor de los derechos que haya cedido al editor por la explotación de la obra en otras modalidades o soportes -fílmicas, radiofónicas, digitales, e-books- si pasado un determinado plazo el editor no ha hecho uso de ellos, la visibilidad de los traductores, la adopción de un sistema de cómputo de las unidades de pago, etc.
Aparte, pieza importante del acuerdo, es la creación de una Comisión paritaria que institucionalizará las reuniones entre editores y autores, para hacer el seguimiento de los contratos, resolver por consenso los conflictos que pudieran darse para evitar que lleguen a instancias judiciales y abordar las actualizaciones contractuales que impongan la dinámica editorial y los avances tecnológicos.
Considerando que Barcelona es la capital mundial de la industria editorial de habla castellana, es evidente la repercusión y proyección que estos acuerdos tendrán en el resto del país.
Imagen: Autores y editores posan para la foto de familia tras la firma del acuerdo en la sede del Ateneu de Barcelona. Foto: Joan Roca.

LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

El confinamiento obligado por la pandemia que azota al mundo obliga más que nunca a apelar a la responsabilidad. Los medios de comunicación...