Sé que decir «amigo» es fácil, pero construir y sostener la amistad es otra cosa. Ésta es sentir al unísono, mirar con los mismos ojos y vivir en el perenne respeto. Sí, hay una ética de la amistad y Julio Girard, quien ha muerto esta madrugada según me dicen, la encarnaba. Esta ética suya, fruto de su sensibilidad y humanidad, convalidaba su vasta cultura y rigor profesional. Es por esto que hoy, querido amigo, siento ese desgarro en alguna parte dentro de mí que no puedo definir; en ese lugar donde durante tantos años de distancia y separación conversamos y seguiremos conversando.
[Foto: Detrás, Ricardo Sánchez, Elpidio Blas y Pedro Vistaco; al frente: Julio Girard, Antonio Tello, Osvaldo Guevara, Orlando Patroni, que hacía de cocinero en su casa, y Roberto Fabiani, en marzo de 2006 en Río Cuarto]