El conseller de Cultura Ferran Mascarell |
El Gobierno de la Generalitat de Catalunya, presidido por el convergente Artur Más, ha decretado la desaparición de la Institució de les Lletres Catalanes.
En consonancia con un drástico programa de recortes presupuestarios, el Gobierno autonómico ha anunciado que la ILC desaparece como «entidad autónoma» para convertirse en un «órgano asesor del departamento competente».
No obstante el sectarismo nacionalista con que esta institución ha actuado siempre desde su creación en 1987, excluyendo de apoyos y subsidios a escritores y poetas que escriben y se expresan en castellano [no debe olvidarse que letras catalanas son tanto las que se expresan en catalán como en castellano], la medida del gobierno de CiU supone limitar a su mínima expresión el apoyo gubernamental a la cultura del país, al mismo tiempo que pone de manifiesto la escasa sensibilidad social de la derecha.
No es casualidad que, para resolver supuestamente la crisis y reducir el endeudamiento público, los gobiernos derechistas entiendan por eficacia cortar por el hilo que sostiene los derechos sociales, la cultura, la educación y la sanidad. Tampoco es casualidad que haya sido precisamente un gobierno de derechas el que autorizó la carga policial contra los indignados de plaza Cataluña. Si esta es la derecha moderada, civilizada, ahora cabe preguntarse ¿qué pasará en España cuando, como vaticinan las encuestas, el pueblo vote a la derecha troglodita del PP?