La naturaleza del tiempo y la belleza es la misma. Materia que se manifiesta y transcurre en el alma humana. Más allá de la conciencia de ser -esa inefable sensación de eternidad que nos descubre en el mundo-, el tiempo y la belleza no existen.
Quizás por esto, el desesperado empeño del ser humano en precisar el instante y fijar las formas, los colores y los sonidos. Latidos de la vida. Momentos que inexorablemente «se perderán como lágrimas en la lluvia», como dice Roy Batty (Rutger Hauer), el replicante de Blade Runner. [Ilust. Anuncio Boutiques Chanel]